Las altas capacidades no son lo que te habían contado

Hace poco hicieron en un programa de un valenciano de cuyo nombre no me quiero acordar un especial sobre altas capacidades y superdotación. Sobra que les diga que en general ese programa me parece una machistada detrás de otra y que blanquee el fascismo pues en fin... Deseos de que desaparezca a parte, creo que es importante que vayamos quitándonos de la cabeza la idea de persona superdotada que toca instrumentos, juega al ajedrez y saca todo sobresalientes en sus estudios. 

Los datos dicen que hay muchísima gente sin diagnóstico y, que muchas personas con diagnóstico tardío lo han pasado muy mal en sus años de estudiante. Se les califica de vagas porque es muy probable que unas asignaturas se les den de maravilla y otras horrible, quizá son pros de las matemáticas pero no les pidas una redacción. 

O incluso al revés, que destaca muchísimo menos cuando alguien es un hacha en idiomas o sociales y se le dan mal las mates. Las altas capacidades pueden ir en muchos sentidos

Estas personas se suelen sentir muy solas tanto en su proceso académico como fuera porque como la mayoría de gente no les entiende suelen pensar que son, aunque parezca increíble, estúpidas. 

Así que, una vez más les pido, como con tantos otros temas, que no nos fiemos de las apariencias de ni de los estereotipos, mucho menos nos riamos porque sí de colectivos minoritarios que suficientes problemas tenemos en general sin que aparezca la burla delante. 

Si quieren saber más sobre el tema pueden leer en Twitter a activistas como Regina Cortés o Superdelmonton y sino, empatía y respeto es lo mínimo. 

 

NOTA: no soy psicóloga ni investigadora experta del tema, solo intento aportar un punto de vista que no suele ser mayoritario en la sociedad.  

 


Photo by Hal Gatewood on Unsplash 

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