Destruyendo tabús del ciclo menstrual

Hace un par de semanas se celebró el día de la higiene menstrual, además Nueva Zelanda ha anunciado que dará productos menstruales gratuitos para colegios como medida contra la pobreza menstrual y me he dado cuenta que nunca he hablado de algo tan presente en la vida de muchas personas alrededor del globo: el ciclo menstrual.

Hay mil y un tabús al respecto todavía, países donde está prohibido bañarse o donde las personas que menstrúan tienen que estar escondidas en un lugar específico. Pero no hay que irse lejos para encontrar invisibilización y los tabús, a mí también me dijeron no hace tanto que se me podía cortar el ajoceite si lo hacía en mis días rojos y aún me falta por ver un anuncio de compresas donde el flujo sea cercano a ese fucsia realista. 

Vivimos rodeados de series y audiovisuales donde la sangre brota por doquier siendo consecuencia de la guerra o de la violencia pero nos escandalizamos por una limpieza que se hace más o menos una vez al mes durante una larga etapa de la vida. Normalicemos el pedir compresas, el no hablar en voz baja de cambios de humor o dolores. 

La menstruación no debe doler, menos de forma incapacitante, hay miles de personas que piensan lo contrario y sufren sin saber que tienen enfermedades más graves enmascaradas porque estamos acostumbrades a que tener la regla duele. 

Es más, aún hay muchísimas personas menstruantes que ignoran que no se trata de unos días en los que se sangra, sino que hay una serie de cambios asociados en las cuatro fases del ciclo

Hablemos de ciclo menstrual y sus cambios porque es lo más natural del mundo

Y si no saben por dónde empezar a investigar, les recomiendo a la pedagoga menstrual Erika Irusta y su blog de El camino rubí (https://www.elcaminorubi.com/); a las ginecólogas Lara Briden (https://www.larabriden.com/) y Miriam Al Adib Mendiri (https://miriamginecologia.com/) y en Instagram Maria Cajo @sontushormonas y Xuxa Sanz @soytumenstruacion. Y yo misma no descarto seguir trayendo temas asociados, que no son pocos.  


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