26/05/2019
La llegada del calor siempre me recuerda al fin de curso por mucho que ya no sea estudiante, al empezar mi nuevo trabajo estoy leyendo mucho de pedagogía y me han venido algunas ideas a la cabeza.
Cuando estudié el máster en pedagogía un profesor nos dijo que el único sitio donde una persona que hubiera vivido hace mil años reconocería en la actualidad sería una clase. Al margen de la afirmación con gancho y no tanto sentido se esconde el hecho de que la educación no va tan rápido como tantos otros aspectos de la vida.
A nuestros equipos docentes se les exigen cada vez más informes y propuestas de mejora y se les deja menos tiempo para lo más importante, esa chavalada cuya principal fuente de información es YouTube.
Una generación con más acceso que nunca a información pero que cada vez tiene menos criterio para discernir la paja del trigo.
Una generación rodeada de tecnologías que usan de forma muy diferente a la que se usa dentro del aula. Por muchas pizarras digitales, si se usan como las analógicas o cambiamos los ordenadores simplemente para pasar a limpio los trabajos sustituyendo el lápiz y el papel tampoco avanzamos mucho.
Si de verdad apostamos por les más jóvenes todo esto pasa por dar voto de confianza a todo el cuerpo docente y seguir apostando por polítiques que fomenten la educación, no lo olviden.
Photo by Tim Mossholder on Unsplash
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